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Chatarra ferrosa: una oportunidad para la Industria del Metal en México

Las interrupciones en las cadenas de suministro experimentadas en los últimos dos años han provocado un alza histórica en los precios de las materias primas. Los mercados sustentados en el metal se enfrentan al desafío de encontrar alternativas que proporcionen una salida económica, por lo que el reciclaje se ha convertido en una opción destacada.

Chatarra ferrosa, una alternativa para la industria del metal

Según destaca Tomra, la demanda de aluminio se ha elevado en todo el mundo. El sector se enfrenta a una escasez de oferta que está provocando precios más altos que se sostienen a corto y mediano plazo.

En este contexto, múltiples industrias relacionadas con el uso del metal para productos de uso final, por ejemplo la industria automotriz, en la que México es uno de los líderes, está enfrentando un escenario crítico debido al encarecimiento de los semiconductores y de los metales, principalmente el aluminio, que está en el centro de la conversación del sector, pues provoca un mayor gasto, un aumento de la demanda y una mayor escasez.


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Las consecuencias de esta situación ya afectan al consumidor final, debido a que la falta de la materia prima del aluminio ha generado que los automóviles se encarezcan, con un precio final entre un 15 y 20% más alto.

¿Qué es la chatarra no ferrosa?

Los residuos metálicos se conocen popularmente como “chatarra no ferrosa”. Reciclar este tipo de metales es ampliamente beneficioso para el medio ambiente y la economía. Según destaca Tomra, el reciclaje de chatarra contribuye a ahorrar tiempo y valiosos recursos naturales. El reciclaje de aluminio, por ejemplo, consume un 95% menos de energía que la producción de material primario.

Prácticamente todos los metales pueden reciclarse. Algunos de ellos, como el aluminio, pueden reciclarse indefinidamente sin perder sus propiedades ni su calidad. Por lo tanto, se puede estar seguro de que las posibilidades de recuperación de los diferentes metales reciclados son muy altas. El aluminio, al ser un material fácil de procesar, puede utilizarse para muchos fines tras su recuperación.

Al respecto, Julio Barrientos, Recycling Sales Manager de TOMRA en México, comenta: «el proceso de reciclaje de chatarra es similar al proceso de reciclaje habitual, pero difiere dependiendo de la aplicación, el material de entrada, el diseño del proceso de la planta y el objetivo del reciclador. Un ejemplo del proceso de clasificación es el siguiente: una vez acopiados y triturados a un tamaño adecuado para su procesamiento, los metales se someten a un primer paso de limpieza con un separador de corrientes de Foucault. En el mejor de los casos, y para conseguir los mejores resultados, las fracciones no ferrosas restantes se procesan posteriormente mediante tecnologías de clasificación basadas en sensores para recuperar los metales pesados y crear un producto de aluminio limpio que cumpla las especificaciones requeridas en términos de composición».

Los beneficios del reciclaje de metal

El metal es un recurso esencial que debe reciclarse para garantizar un suministro constante, evitar la degradación del medio ambiente y mejorar la economía.

La reutilización del metal reduce la contaminación, ahorra activos económicos, disminuye los residuos de materias primas, que van a parar a los vertederos y, evita el detrimento de los territorios para extraer nuevos metales primarios.

Cabe destacar que a través de los procesos de clasificación y reciclaje adecuados, incluidas las últimas tecnologías de clasificación basadas en sensores, el reciclaje de metales puede alcanzar un nuevo nivel, ayudando así a la industria y al medio ambiente por igual.

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