El medio de comunicación de la Industria del Plástico ​

Clústeres Industriales: Equilibrio de talentos

QUERÉTARO
CLÚSTER AUTOMOTRIZ
Con 50 años de existencia en el estado, la Industria Automotriz cuenta con su propio clúster desde el año 2012, promovido por la Secretaría de Desarrollo Económico del Gobierno de Querétaro. Daniel Hernández, su director, comenta que comenzaron a ver este modelo de clusterización como una alternativa para generar esquemas de cooperación entre empresas, con el fin de implementar los ciclos económicos en la región y así contar con proveedores más competitivos.
En junio de 2013 se firmó el acta constitutiva de este modelo de triple hélice, donde participan empresas Tier 1 y Tier 2, universidades -Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Querétaro, Universidad Politécnica de Querétaro y la Universidad Politécnica de Santa Rosa Jáuregui-, el Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (CONCYTEQ), la Secretaría de Desarrollo Sustentable y el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI). Fueron 12 las empresas con que iniciaron el clúster. Ahora suman 66 asociados, 55 de ellos del sector industrial, 31 de nivel Tier 1 de la industria automotriz y 24 del segundo nivel de la cadena de suministro. Dentro de las empresas, hay 17 relacionadas con el Sector del Plástico; ya sea por elastómeros o resinas plásticas, con procesos de inyección, valor añadido sobre la inyección, procesos adicionales con doble disparo, sobremoldeos, acabados, ensamble, electrónica, sellos y procesos de extrusión.
Ejemplos de la participación de empresas vinculadas a los plásticos, se encuentran: Industrias Camca, KI Industries, Phillips-Medisize, Nihon Plast y Neaton Auto Mexicana que, junto con otro tipo de compañías, dan empleo en total a más de 26,000 personas. Para que continúe el desarrollo de las organizaciones integradas al clúster, la relación con las instituciones académicas es un factor de gran valía. En este caso, “hemos aprovechado la vocación de cada una de ellas para utilizar sus capacidades en beneficio de la competitividad de nuestros asociados”, afirmó el director. Y sobre este punto, Hernández comenta que se estableció una colaboración con el Instituto de Capacitación para el Estado de Querétaro, con el que trabajan en una serie de estrategias para la formación de operadores en líneas de producción, que es donde está el grueso de la demanda hoy en día: “lo que queremos es reducir el tiempo entre el requerimiento de la capacidad de la mano de obra, en el momento que entra a una empresa, hasta que alcanza su máximo nivel de productividad”, apunta.
En el nivel de educación superior, desarrollaron con la Universidad Politécnica de Santa Rosa un diplomado en metrología automotriz, altamente demandado por las empresas, pero con baja oferta disponible en la región. Y ya está arrancando la tercera generación.
También trabajan en un centro para adoptar herramientas de Industria 4.0. Es un centro que está equipado con el apoyo del gobierno federal a través del programa Prosoft, donde buscan que las empresas tengan una sensibilización y un conocimiento amplio de lo que contemplan las herramientas de industria 4.0 y se generen, poco a poco, proyectos demostrativos para que se implementen en el piso de producción real de las empresas. Y en un nivel mayor, avanzan, junto con la SEP, en la reconversión de la Universidad Politécnica, hacia una universidad temática, que atienda distintos programas para la Industria Automotriz.
Con un trabajo entre empresa-academia-gobierno, el modelo de clúster ha madurado de tal manera que, como concluye el entrevistado, “los mejores años del proceso de clusterización están por venir”.
CLÚSTER DE PLÁSTICOS
Con la noción de llevar a cabo una ardua tarea, Venancio Pérez, Presidente del Clúster de Plásticos en Querétaro, pormenoriza sobre los primeros pasos que tuvo que dar este organismo; desde buscar de cero a las empresas, debido a que sus razones sociales no las vinculaban con el quehacer de los plásticos.
El objetivo de este clúster es contar, primero, con un mapa de los establecimientos dedicados a este sector, para que se conociera el tipo de proveeduría que existe, y así saber qué se puede ofrecer, tanto a los productores como a los consumidores. La segunda parte de esta asociatividad la conformaron los apoyos que buscaban darle a las empresas no sólo que aterrizaran en el territorio del estado, sino fuera de éste, con el fin de contar con proveedores fuertes y capaces de atender las exigentes demandas de los sectores que se encuentran afianzados en Querétaro, como el Automotriz y el Aeronáutico.
A un año de su reciente creación, este clúster marca una diferencia con otro tipo de clúster, ya que no atienden a una sola industria. Al contrario, tienen asociados de diversa índole porque, como lo hace ver su presidente: “…el plástico está a nuestro alrededor. Si vas en auto, avión o camión, vas a ver que al menos el 30% es plástico”. Entonces, debemos atender a todas las industrias que requieran de polímeros, maquinaria, materias primas y equipamiento.
Hoy el clúster cuenta con 36 asociados, entre PyMes y grandes compañías. Eso habla del sentido de inclusión que permea en el organismo que busca que más empresas, sin importar su tamaño, se involucren en una nueva manera de hacer negocios. Los integrantes de este clúster son de tres tipos de empresas: uno, las de manufactura, y todos los que modifican resina de algún modo. Dos, los que venden materia prima, refacciones y maquinaria; y tres, los que asesoran, como instituciones y firmas de consultoría. Como tal, es el único clúster dedicado al plástico a nivel nacional, aunque en otros estados hay esfuerzos por imitarlo.
Por esta razón, lo que buscan es proporcionar mayor difusión a sus tareas, a través de eventos y cursos, así como de ampliar sus canales de comunicación con más instituciones gubernamentales y académicas. De manera cercana, trabajan con las escuelas a nivel técnico y superior, como el CONALEP, UTEC, UVM, ITESM Campus Querétaro, entre otras, ya que un clúster no puede estar separado de lo que realicen las instituciones en materia de investigación, desarrollo y conocimientos teóricos. Eso buscan: llevar a la práctica los asociados. Pérez recalca que “…hemos hecho convenios con ellos, ayudándoles a desarrollar las carreras que imparten. También convenios de educación dual, donde gente experta de la industria apoya a las instituciones educativas para que, a su vez, mejoren todos sus sistemas de educación”, externa.
Uno de los retos que tiene este clúster, y que atañe a todo el sector, es borrar de la mente de todos la satanización del plástico. “El plástico es un aliado, es de las pocas materias primas que se pueden reciclar. Queremos hacer ese cambio de imagen y de cultura porque realmente el plástico es como la tecnología: no es mala, depende para qué la quieras usar y qué hagas con ella”, sentencia el ingeniero, quién también funge como vicepresidente ejecutivo de Samsung, en Querétaro.
Como lo han manifestado otros entrevistados, Pérez ve de manera positiva los cambios que pueda arrojar el tratado con Estados Unidos, puesto que, aunque se vea afectada, en mayor o menor grado, como industria terminal, “se puede dar un giro e ir hacia otros mercados donde sea demandado lo que se hace en el país. De ahí la oportunidad de pertenecer a un clúster donde todos buscamos el beneficio de toda la manufactura nacional”.
Un tema precisado por todos los clústeres, es la necesidad apremiante de personal calificado, porque, aunque una empresa es el conjunto de máquinas, procesos y herramientas, la diferencia está en la mano de obra adecuada, para ser más eficiente, más rentable y más competitivo. En el plan estratégico del Clúster del Plástico, está la meta en lograr un promedio de dos o tres empresas por mes, lo cual no es tarea sencilla. En esta industria, “alrededor del 60%, los directores o presidentes son los dueños”, así que convencerlos de que es un beneficio pertenecer a un clúster y llevarlo a que comulgue con los objetivos de éste, es un reto que hay que cumplir todos los días”. Para concluir, Pérez sugiere a los empresarios del plástico que es momento de afiliarse a un clúster, “porque de esa manera podemos centralizar y optimizar los recursos y canalizar las necesidades hacia la academia y los gobiernos”.
SAN LUIS POTOSÍ
Con cinco empresas, tres instituciones académicas y dos organismos gubernamentales, nació el Clúster Automotriz de San Luis Potosí, que tiene al frente, como su director, a Héctor Soto. Llevan dos años y medio de operaciones, y el año pasado concluyeron con 62 afiliados. Para el 2018, buscan llegar a 80 miembros; y se mueven con ahínco en la integración y el desarrollo de toda la cadena de suministro que está involucrada con la Industria Automotriz.
Con un éxito a todas luces desbordante: efectuó 11 transacciones comerciales, sólo en el 2017, que generaron un millón de dólares. Sin embargo, lo más difícil fue “hacer ver los beneficios que puede acarrear la asociatividad”, comenta Soto. Al principio, “eres como un vendedor de ilusiones, porque lo que promueves es algo que puede ser, pero no tienes ningún sustento que te avale”. Luego, con el paso del tiempo llegan empresas muy pujantes que se dan cuenta muy pronto de la oportunidad y apuestan por estar dentro del clúster.
Lo que San Luis Potosí ha procurado es que cada una de sus acciones tenga sentido, y siempre con el pensamiento de otorgar valor agregado a sus afiliados; un valor que contribuya a su competitividad, como la escuela de formación de técnicos en soldadura robótica que fue creado en colaboración con la Secretaría de Desarrollo Económico, la Universidad Tecnológica y la empresa Martinrea Automotive Structures: “Nosotros somos el único clúster automotriz que tiene un comité académico”, presume Soto. El Sector del Plástico se insertó en los proyectos con la creación de un centro de fabricación de moldes de inyección en el estado, y que se llevó a cabo en colaboración con el Clúster de Plásticos de Portugal. Hay que destacar que en el Clúster de San Luis Potosí hay cuatro empresas, una mexicana y tres de otros países, directamente relacionadas con el plástico.
El principal reto que enfrenta este organismo es el desarrollo del capital humano, ya que se requiere personal a niveles técnicos y superiores de forma inmediata: “El dinamismo de la industria es mucho más rápido que la velocidad con la que podemos contar con los recursos”, expresa Soto.
Una problemática en ese sentido es la rotación del personal, que comienza a darse entre clústeres vecinos, como el de Querétaro y Guanajuato. Estos estados crecen tan rápido que eso ocasiona que los trabajadores vean opciones laborales en cada región. Pero argumenta que ya se trabaja en conjunto para no perjudicar a ninguna zona.
El contar con personal capacitado situará a México en una mejor situación respecto de los cambios en el TLCAN, por ello, “el reto es desarrollar proveedores con muchísima velocidad”. A fin de que la Industria del Plástico participe más, Soto pide hacer conciencia del uso creciente de este material en la fabricación de un automóvil: “cada vez evolucionan más y más los tipos de resina, tendencia que incrementa la demanda de empresas que fabrican plásticos de ingeniería en México”. Hay que ver todo esto como una oportunidad de negocio, por lo que extiende una invitación a darse una vuelta en septiembre de este año, al Innomat and Plastics Meanings, San Luis Potosí 2018, evento de proveeduría para el Sector Automotriz, el cual será una ventana de oportunidades para la Industria del Plástico.
COLIMA
Por iniciativa de un grupo de emprendedores que querían comercializar sus productos de software, en el año 2012 obtuvieron el reconocimiento como clúster por parte de la Secretaría de Economía, y en el año 2014, la certificación europea ESCA, nivel bronce. Actualmente se han empeñado en la certificación nivel plata.
La característica de las empresas que participan en este clúster es que deben asumir los tres pilares de la clusterización: cooperar, compartir y competir; lo que les ha dado por llamar la 3C de la competitividad. Héctor Manuel Aceves Ortega, director del clúster, comenta que, además de lo que se deriva de la alineación de la triple hélice: academia, gobierno y empresa, el reto mayor es identificar los proyectos en los que convergen cuatro actores, incluyendo lo que ahora llaman como “la cuarta hélice”: la sociedad, que es considerada dentro del modelo de articulación en los clústeres.
Con una tendencia notable hacia la industrialización automatizada y al uso permanente de la tecnología, Aceves asevera que esta clase de asociatividad, entra en una nueva dinámica en la creación de valor. Sin embargo, dicha dinámica debe surgir desde las propias industrias base y ser apoyada con las tecnologías de la información, involucrando al gobierno como facilitador y a la academia como generador de nuevo conocimiento.
Con un promedio de 20 empresas, la mayoría micro y pequeñas, que facturan alrededor de 20 millones de pesos, el directivo supone que a nuestro país aún le falta mucho en materia de clusterización. Y señala que a pesar de los múltiples esfuerzos del gobierno federal, “la idiosincrasia del empresario mexicano representa un reto para la adopción del modelo, donde hay que compartir conocimientos y fortalezas para competir como industria”, señala Aceves.
Para concluir, el directivo menciona que aún no conoce algún clúster de plásticos. Sin embargo, cree que urge hacerlo o, de existir, darle mayor visibilidad. Y es que “este tipo de industrias, relacionadas con el impacto ambiental, son una pieza fundamental del modelo de ´economía circular´ que, en los próximos años, tendrá una relevancia importante para todas las industrias de alto impacto, como las de envasado y embalaje”.
GUANAJUATO
El Clúster Químico vio la luz en el año 2015, con la mira de integrar más a los proveedores locales y así atender a esta industria. También, para fortalecerse en los objetivos comunes, como: la excelencia de la fuerza laboral, el cuidado del medioambiente y la innovación. Eduardo Mesinas Cruz, presidente del clúster, recalca que Guanajuato es un estado que promueve la creación de más clústeres, debido a la ventaja de que las empresas del mismo giro trabajen en beneficio de todos.
Para lograr el crecimiento del clúster, Mesinas considera que lo esencial es contar con una sólida base de afiliados, tener presencia con el gobierno y con los diferentes sectores. Por su lado, el estado debe ser un actor central en el desarrollo e integrar propuestas con mucha trascendencia en el Sector Químico y en la industria en general. Las empresas que lo integran se ocupan del cuidado personal, del sector farmacéutico y jabones y detergentes. Entre ellas figuran: Química Lucava, Procter & Gamble, Voglia de México, Detergentes y Jabones Sasil, Betaprocesos, Technimark del Bajío, Laboratorios Senosiain, Toroza Química -la única en el clúster dedicada a la Industria del Plástico-, Agroquímicos Rivas, Laboratorios Roy H. Anderson, Beiersdorf y Mezfer. No obstante contar con una sola empresa del Sector del Plástico, las demás aprovechan para sus envases a los polímeros, por lo que Mesinas reconoce a esta industria como “un sector dinámico que busca la innovación constante, que promueve nuevas tecnologías y el cuidado al medioambiente, aspecto muy respetado tanto por los proveedores como por los clientes de nuestro sector”, finaliza.
 

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