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Economía Circular: Nueva Realidad

Las recetas del Foro Económico Mundial

La economía circular tiene el potencial de ser una brújula en el adverso panorama mundial y, para lograr un impacto sistémico, el reporte más reciente del Foro Económico Mundial sugiere que, además de poner en marcha soluciones innovadoras, escuchar, aprender y trabajar en conjunto, “sin dejar a nadie atrás”, es importante contactar con inversionistas conocedores que provean con capitales, acudir con los responsables de políticas consultivas que permitan a estas empresas acelerar la transición circular de una manera inclusiva y establecer un alto grado de conectividad en toda la cadena de valor para encontrar los participantes adecuados, los clientes afines y los socios de innovación.

De acuerdo con el informe existen ciertos facilitadores de la innovación, que son las universidades, los centros de investigación, los gobiernos…, y “que pueden allanar el camino hacia esta necesaria transición económica colaborando con la tarea que llevan a cabo las empresas pioneras en economía circular”; en este tenor, plantea que los gobiernos podrían ayudar a estas empresas escuchándolas y facilitándoles la transición hacia este nuevo modelo económico mediante la implementación de políticas públicas y fiscales favorables.

ECONOMÍA CIRCULAR: NUEVA REALIDAD

Los participantes del foro estaban convencidos de que las empresas jóvenes y pioneras en economía circular cumplirán “un rol central en el fomento de este nuevo modelo económico más sostenible y respetuoso con las personas y el planeta”, ya que se proponen promulgar sus historias para un mejor futuro de la industria, mostrar sus avances y cambios positivos, compartir libremente ideas y proyectos que inspiren a otras empresas y abrir la posibilidad de colaboración conjunta para un desarrollo empresarial colectivo, así como influir en la política pública para impulsar soluciones circulares.

Promover la circularidad a través de varios enfoques

En ese sentido, la LXIV Legislatura de la Cámara de Senadores del Honorable Congreso de la Unión de México, presentó hace unas semanas la iniciativa con proyecto de decreto para poner a consideración la Ley General de Economía Circular, una herramienta que busca darle un respiro al ambiente.

Dentro de la exposición de motivos, se enlistaron los problemas socioambientales que enfrenta el planeta, tales como: la presión demográfica, el desarrollo económico, la rápida urbanización y la aceleración tecnológica, que inducen el cambio climático, la pérdida de la biodiversidad, la contaminación del agua, aire, suelo y los residuos peligrosos y electrónicos.

Esta iniciativa de ley tendrá que pasar a la cámara de diputados para ser revisada y aprobada, y de obtener el visto bueno haría que la economía circular se impulse no de manera voluntaria como hasta ahora, sino por fuerza de ley, permitiendo avanzar en la transformación de la economía.

De dicha propuesta podemos destacar el establecimiento de una serie de instrumentos de control, manejo y mejora, como son los Planes de Manejo de Residuos Sólidos; Planes de Responsabilidad Compartida; Certificados de la Secretaría; Programas Estatales y Municipales; Evaluación de Impacto Ambiental, y el Plan Nacional de Economía Circular.

Esta ley permitirá generar cadenas productivas y cadenas de valor manteniendo los recursos en las zonas urbanas y disminuyendo la extracción de materias primas de los ecosistemas naturales, como madera, agua, metales, petróleo, por mencionar sólo algunos.

Es importante subrayar que esta ley también promete la generación de nuevos empleos y, además, el surgimiento de empleos verdes, como resultado de la creación e implementación de estrategias sostenibles. No obstante, habrá una serie de cambios que los empresarios mexicanos deberán considerar, analizar y cumplir.

ECONOMÍA CIRCULAR: NUEVA REALIDAD
El plástico protege a los alimentos de factores externos como la humedad.

Empaques ecológicos, biodegradables y reciclables

La inmediatez es parte fundamental de la modernidad. La cultura de usar y desechar ha desencadenado una serie de problemas ambientales, sobre todo las relacionadas con el uso desmedido de plásticos. Recientemente, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente señaló en un informe el duro panorama para las comunidades más vulnerables frente a la imparable contaminación plástica: “La humanidad vierte cada año en los ecosistemas el equivalente de su propio peso en plásticos. De acuerdo con los datos que manejan estas organizaciones, son 300 millones de toneladas anuales las que asfixian las vías fluviales y los mares, obstruyen las calles, dañan la vida silvestre y, en última instancia, causan graves impactos a la salud pública”.

En este sentido, México es el mayor consumidor de agua embotellada en el mundo, donde 76% del total de hogares compran agua, ya sea en garrafón o botella (Inegi). A esta cifra debemos sumar el resto de las bebidas y alimentos que utilizan empaques de plástico, además de otros productos que usamos en la vida cotidiana y que terminan en los vertederos, cada vez más saturados, las vías públicas o los ecosistemas.

Los esfuerzos impulsados por la ONU, ONGs y gobiernos, para la concientización de la población en la reducción del uso de plásticos, son fundamentales. Como la iniciativa de evitar los plásticos de un solo uso como bolsas, cubiertos, globos, popotes, platos, vasos y cápsulas de café, entre otros artículos. Medida que planteaba eliminar su uso a partir del 2021, y que, sin embargo, ha visto mermada su aplicación por la situación sanitaria. Por otra parte, también hay que tomar en cuenta las interrupciones de los procesos de reciclaje afectadas por el confinamiento.

Un punto clave para tomar el control de esta situación son aquellas acciones promovidas por grandes empresas, sobre todo las pertenecientes a la industria de los Alimentos y las Bebidas. Dar el giro a un modelo sostenible garantiza no solo contribuir al medio ambiente y evitar sanciones gubernamentales, sino también adaptarse a las exigencias de los nuevos consumidores (Millennials y Centennials).

Por ejemplo, Valle Redondo, una empresa 100% mexicana, experta en vitivinicultura y la principal maquiladora de jugos, néctares y bebidas del país, pone énfasis en dos acciones contundentes: la elaboración de botellas y empaques con materiales ecoamigables y la promoción del reciclaje. Ya que, de acuerdo con información de la Confederación Nacional de Industriales de Metales y Recicladores (CONIMER), en nuestro país solo se recicla entre 19% y 23% del total de residuos. Y de los 300 millones de toneladas de plásticos al año, solo se recicla 3%.

Además, existen nuevas opciones que están en desarrollo, como los bioplásticos o material bioplástico (PHB), obtenido a partir de los restos orgánicos, principalmente azúcares presentes en las aguas residuales de la industria de Zumos de frutas. Y también, los prototipos elaborados con materiales biodegradables, comestibles y solubles en agua.

Para nuestro país, y el mundo, enfrentar el problema derivado de la pandemia, con el aumento de desechos sanitarios, así como el incremento en el consumo y eliminación de plástico y materiales médicos, es un reto a corto y mediano plazo. Según estimaciones de la ONU, el 75% de los cubrebocas terminarán en los mares, lo que afectará directamente al turismo, la pesca y la salud pública, por lo que ha llegado el momento de sumar fuerzas en lo individual y lo colectivo para revertir este impacto.

A continuación, presentamos una pequeña muestra de algunas acciones de economía circular que se están llevando a cabo en la actualidad.

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México destaca a nivel internacional en reciclaje de PET.

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