Para los robots colaborativos (cobots), las predicciones del mercado son buenas. Un reciente estudio a nivel mundial promociona cifras de un incremento de CAGR (Tasa de Crecimiento Anual Compuesto, por sus siglas en inglés) de hasta el 50%, lo que resulta en un tamaño de mercado presupuestado de 4 mil millones de dólares para 2023.
Con base a lo anterior, es fácil entender el optimismo de las industrias. Pero es importante destacar que, dentro del mundo de la tecnología disruptiva, es una buena práctica no apresurarse.
Una visión actual de la industria Manufacturera
Actualmente, los fabricantes entienden que una mayor automatización es clave para romper el punto muerto entre el statu quo de hoy y la promesa de la Industria 4.0. Por lo cual, para automatizar más las operaciones, se requiere evaluar a los proveedores de robótica a través de un enfoque dual: ¿qué puede hacer por mí y cómo me ayudará a estar listo para mañana?
La alta gerencia también debe hacer preguntas como: 1) ¿Quién entrena al cobot? Un cobot debe ser entrenado fácilmente por las personas que ya trabajan en la fábrica; 2) ¿Qué tan rápido se pueden poner a trabajar? La productividad debe medirse en días, no en meses; 3) ¿Cuántas tareas puede hacer y de qué tipo? Los sensores avanzados y los sistemas de visión ofrecen todas las posibilidades; 4) ¿Cuánto cuesta la innovación? Los cobots pueden hacer más gracias al software y, al igual que los teléfonos inteligentes, las actualizaciones deben ser gratuitas; y 5) ¿Qué tan inteligente es? Debe solucionar problemas de rutina, y proporcionar actualizaciones.
