Contrario a lo que algunos actores de la Industria del Plástico aseguran, el desperdicio de dicho material es un problema real y masivo. Los residuos plásticos y las micropartículas se encuentran en todas partes, incluidos los océanos, el agua de lluvia y hasta en los microorganismos.
Muchos de nosotros pensamos que los principios “Reducir, Reutilizar y Reciclar” cambiarán la situación actual. Sin embargo, no bastan, no son acciones suficientes. La clave es saber qué medida es la que funcionará y, sobre todo, cómo implementar la solución de manera efectiva.
Para potenciar la productividad y la sostenibilidad que el mundo solicita, la tecnología es fundamental y, bajo este contexto, hay que tener un enfoque objetivo y holístico. Es la única forma de marcar la diferencia. Costará dinero y, por supuesto, no sucederá de la noche a la mañana.
Las industrias Médica, de Envases y Embalaje, demandan particularmente una variedad de aplicaciones sostenibles, y para ofrecerles productos que se ajusten a esas necesidades las marcas requieren de planificación estratégica.
Un plan radical
La Industria del Plástico debe tomar la iniciativa para curar la «plaga de los plásticos». Creamos el problema y tenemos que resolverlo. Si no implementamos una medida efectiva pronto, los políticos, que desconocen del tema, se encargarán de legislar.
No será una tarea fácil ni barata. Tampoco habrá una sola solución. Además, hay que considerar que los problemas “invisibles” en un futuro cobrarán una presencia importante, puesto que los plásticos que se convierten en partículas microscópicas no desaparecen realmente. La contaminación del océano debería ser para todos una llamada de atención.
La reducción de recursos puede ser conveniente, pero ¿es una buena opción cambiar una botella de vidrio por una bolsa no reciclable? La conclusión es que un análisis integral del ciclo de vida debe combinarse con un estudio de factibilidad para ser efectivo. Un sueño es una visión sin un plan… Una visión con un plan es una iniciativa… ¡Una iniciativa sin ejecución y compromiso es una ilusión!
Necesitamos empezar en algún lugar para que al menos el concepto “Cero desperdicio” sea un objetivo real y medible. Comience en su propia instalación y determine objetivamente sus procesos. Es posible que no pueda hacerlo perfecto, pero puede hacerlo mejor.
