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La estrategia de “los cinco” Impacto en los commodities

Polietilén Tereftalato (PET)

El Polietilén Tereftalato es el plástico que más se recicla en todo el mundo y en México no es la excepción ya que en 2021 logró reciclar el 53% de su consumo.

Durante el primer trimestre de 2022, la demanda de PET creció por su reciclabilidad a nivel global debido a las crecientes preocupaciones de los consumidores con respecto a la contaminación plástica. Esto impulsó a las grandes empresas a adoptar un enfoque sostenible y optar por plásticos reciclados, lo que propició un aumento de los precios del rPET a nivel internacional.

El consumidor cada vez es más consciente de la disposición correcta de residuos plásticos

Desde principios de año, la escasez de mano de obra en el mercado interno, más la prolongada congestión portuaria, afectó la tasa de producción y la cadena de suministro. En general, los precios de la resina virgen también aumentaron en todo el mundo afectados, además, por el incremento en el precio del petróleo.

En la actualidad, la capacidad instalada que existe en México está a cargo de Indorama y Alpek, que suman, entre ambas, 1.13 millones de toneladas, pero en México solo se consumen 635 kton de resina virgen, más 340 kton de resina reciclada.

El flujo de material reciclado ha provocado que disminuyan las importaciones y que las tasas de operación de las empresas productoras se mantengan en un promedio máximo del 80%.

La aplicación del rPET no se limita exclusivamente a la industria de bebidas embotellas, también se utiliza como fibra para alfombras, ropa, tapicería, suéteres, relleno de fibra para sacos de dormir y cojines, así como láminas y películas, y piezas para automóviles.

Policloruro de Vinilo (PVC)

No existe un polímero tan versátil como el PVC; y quizá porque su alcance es muy diverso. El uso de este polímero commodity es amplio en los sectores:

  • Construcción. Tuberías de agua potable y evacuación, marcos de puertas y ventanas, láminas de impermeabilización, paredes, suelos, canalización eléctrica, incluso para telecomunicaciones…; la lista es extensa.
  • Médico. Catéteres, envases, humidificadores, guantes, equipos de diagnóstico y ensayo, conectores para bolsas o recipientes médicos, sondas, mangueras para diálisis, cánulas nasales, membranas de oxigenación, máscaras para nebulizaciones y tubos endotraqueales, entre otros.
  • Agroindustrial. Distribución del agua en el riego y en su evacuación.

En México, Orbia (antes Mexichem) es el único productor de PVC con una capacidad de 536 kton. Por ser una empresa global y altamente integrada, Orbia tiene una estrategia que le permite centralizar sus negocios en distintas partes del mundo.

El plástico mitigó la propagación del covid-19 y lo sigue haciendo

La división llamada “Polymer Solutions” se centra en gran medida en el PVC y en otros polímeros de vinilo, con una amplia variedad de aplicaciones, entre las que se incluyen tuberías, cables, pisos, autopartes, electrodomésticos, ropa, empaques e infinidad de dispositivos médicos.

La demanda de PVC en México es de 580 kton, y su principal mercado es el de tubería, que se destina al sector de la construcción, el cual, durante la crisis sanitaria en 2020, mostró resultados adversos, como señala la consultora Deloitte, quien registra una disminución de la demanda de 15.2% respecto del año 2019.

En los tiempos de contagio más álgidos, el sector de la construcción que se vio más afectado fue la edificación; sobre todo con el desarrollo de obras nuevas. Y aunque no todo el panorama pintó de gris, el sector de reparación y mejora en el hogar aumentó su demanda como resultado de las restricciones de movilidad que las autoridades promovieron en la población, a fin de poner un alto a la propagación del covid.

Esta larga cuarentena, a la que todo mundo nos vimos sujetos -salvo personal de planta que debía operar maquinaria, entre otras actividades- propició que las personas en home office, en clases en línea y en entretenimiento a distancia, permanecieran en sus hogares y apostaran por la remodelación de la sala, la cocina, el comedor y los dormitorios.

Ante los grandes retos, como el cambio climático, que a principios de 2021 desató de un día para otro una crisis energética en Texas, dejando sin luz a 2.5 millones de personas y que suscitó el desabasto de materias primas, la multinacional Amanco Wavin desarrolló productos a base del PVC alineados a la economía circular, como canales de recolección de agua de lluvia y sistemas de retención de agua, entre otros.

Dado el crecimiento que empieza a mostrar la industria de la construcción en Estados Unidos en estos tiempos postpandemia, el vecino del Norte representa para los fabricantes mexicanos una gran oportunidad de negocio, sobre todo en lo que respecta a la exportación de tuberías y conexiones de PVC fabricados bajo estándares internacionales.

Poliestireno (PS)

Este plástico se usa con frecuencia para la elaboración de envases de alimentos o equipos de laboratorio, además de los mal llamados plásticos de “un solo uso” -esos que mitigaron la propagación del coronavirus-, combinados con aditivos, colorantes o incluso con otros plásticos, también se producen juguetes, autopartes, electrodomésticos, aparatos eléctricos, entre otros.

En México, el Poliestireno lo producen Resirene, Styropek y Styrolution, sumando entre las tres empresas una capacidad de 485 kton y un consumo, en 2021, de 380 kton.

El plástico mitigó la propagación del covid-19 y lo sigue haciendo
El plástico mitigó la propagación del covid-19 y lo sigue haciendo

¿Quién puede vivir sin esas aplicaciones?, ¿qué industria puede prescindir de aparatos eléctricos? No hay IoT (Internet de las Cosas) o IIoT (Internet Industrial de las Cosas) que pueda subsistir sin el Poliestireno.

El PS seguirá siendo una materia prima indispensable hoy y mañana. Ese futuro que, a la distancia, se ve amenazado por conflictos de interés entre las potencias mundiales, las guerras y el surgimiento de nuevas pandemias.

El consumo de PS en México asevera Gerardo Pedra Rocha, fundador de la iniciativa “Recicla Unicel”, es de 380 mil toneladas, de las cuales se reciclan aproximadamente 34 mil 447 toneladas al año.

A pesar de las maravillas que representa el plástico en la era de la robótica y de la automatización, (y también de las pandemias), tan sólo en 2020 se registró en México una reducción del volumen de producción de 91 mil toneladas (Anipac), un porcentaje que, en efecto, incluye al Poliestireno.

Las medidas de confinamiento provocaron que muchos negocios tuvieran que migrar a modelos omnicanal, entre los que se incluye el servicio de comida para llevar o entregas a domicilio; el EPS se convirtió entonces en una opción ideal para transportar alimentos de manera segura, pues el también llamado Unicel minimiza la exposición a bacterias y a otros patógenos que se transmiten por los alimentos.

Los contenedores de EPS para transportar hasta los lugares más remotos de la República Mexicana y poder conservar a buena temperatura la vacuna covid, son otro claro ejemplo del protagonismo de este material.

Normativas

El marco legal en México cuenta con la Ley General para la Prevención y Gestión de Residuos (LGPGIR), así como la NOM-161-SEMARNAT-2011, en la que se establecen los criterios para clasificar los residuos y determinar cuáles están sujetos a un plan de manejo especial.

Esta norma permite a la Industria del Plástico instrumentar la elaboración, desarrollo y aplicación de un Plan de Manejo de Residuos Especiales que al transcurrir su vida útil requiera de un tratamiento específico en plásticos como PET, HDPE y LDPE, PVC, PP, PS y PP.

Los plásticos deben rediseñarse para cerrar la brecha de la economía circular

Y es que, lejos de lo que considera la Ley del uso de bolsas de plástico y popotes en Establecimientos Comerciales y la prohibición de comercializar, distribuir y entregar plásticos desechables de un solo uso en la Ciudad de México, los plásticos tienen la enorme virtud de poder ser revalorizados y transformados de manera constante, además de que, considerando otros mercados, han sido un agente democratizador para muchas familias al permitirles acceder a bienes como refrigeradores, celulares, computadoras, televisiones,… que reducen sus costos al usar este material.

Los desafíos de la Industria del Plástico van más allá de las leyes prohibicionistas que, sin menor reparo, aprueban las y los legisladores, muchos de los cuales se levantan en el pleno con la frase “desplastifícate”, mientras que, de pies a cabeza, llevan prendas de vestir hechas de plástico y accesorios con un importante porcentaje de polímeros.

Nuestro país tiene una tasa de reciclaje anual de 30% (Anipac), lo que implica unas 340 mil toneladas de residuos plásticos incorporados de nuevo a la cadena de valor.

Muchos de estos procesos de reciclaje, hay que subrayar, se realizan por iniciativas del sector privado, quienes lo hacen de manera autónoma, sin apoyos o incentivos que contribuyan a incrementar la inversión en procesos de reciclaje.

El Unicel o EPS, el PET, el PVC, el PP, el Polietileno de Alta y Baja Densidad, entre otros plásticos, se pueden reciclar, transformar y reintegrar para ser utilizados en otros productos.

¿Qué hace uno ante un semáforo descompuesto?

Aunque se hablaba de una recuperación a principios de año, el desarrollo de la industria lo siguen frenando los diferentes factores macroeconómicos y geopolíticos que impactan la cadena productiva global.

La falta de disponibilidad de resina ha provocado moratorias en las líneas de producción, así como escasez de mano de obra para atender las necesidades de la industria; eso, sin contar el conflicto entre Rusia contra Ucrania, lo que ha elevado los precios de los combustibles, y ni qué decir de los metales con los que se fabrican las máquinas para la transformación o clasificación de los productos plásticos.

No hay duda de que nos movemos en un momento decisivo en la historia de la fabricación y la industria global, el cual involucra no nada más el problema crítico y urgente de los ciclos de vida y la eliminación de los productos plásticos, sino también la descarbonización radical del abastecimiento de materiales, la producción y la gestión de residuos al final de su vida útil.

La economía circular es un modelo potente que considera todo el ciclo de vida de un producto. Todos debemos reconocer su potencial para reducir las emisiones para 2050 de gases de efecto invernadero y para comprimir el volumen anual de plásticos desechados.

En definitiva, seguimos ante un panorama de incertidumbre, pero también frente a un puñado de oportunidades que muchos fabricantes y dueños de marca están sabiendo aprovechar, por lo que nos dimos a la tarea de preguntarles a los expertos en plásticos commodities qué hacen al respecto y cuál es su visión del futuro:

Faerch: Circuito cerrado para el envasado de alimentos

El embalaje con película termoformada de PET en la industria de alimentos debe cumplir con los más altos estándares de calidad y con criterios especiales, como garantizar inocuidad, la protección de alimentos líquidos y la adecuada temperatura, además de ser envases totalmente reciclables, si lo que se busca es competir en un mercado donde la economía circular es clave a nivel mundial.

Thomas Bak Thellese, Director Senior de Sostenibilidad y Asuntos Externos en Grupo Faerch

Según el tipo de PET (CPET, MAPET o APET), los embalajes de Faerch están hechos hasta en un 100% de PET reciclado postconsumo (rPET). Por eso, la compañía es considerada pionera en el reciclaje bandeja a bandeja y también por su colaboración con EREMA, destaca Thomas Bak Thellesen, director senior de Sostenibilidad y Asuntos Externos en el Grupo.

Y es que, gracias a la modificación específica de la tecnología flexible VACUREMA®, el reciclaje de bandeja a bandeja en Faerch se convierte en un hecho histórico.

“Producimos bandejas para comidas preparadas, carne fresca, comidas para llevar y envases para productos lácteos. Además, suministramos a productores de alimentos y empresas comerciales de renombre en todo el mundo”.

A decir del directivo, las soluciones sostenibles pueden reducir significativamente tanto las emisiones de gases de efecto invernadero como el desperdicio de alimentos y, es bajo esas bondades del PET, que “la solución de reciclaje de bandeja a bandeja de Faerch muestra cómo puede funcionar la economía circular”.

Como este caso de éxito, EREMA, compañía especializada en el desarrollo y producción de sistemas de reciclaje de plásticos y tecnologías para su procesamiento, está convencida de que muchas empresas seguirán este ejemplo en un futuro próximo.

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