Según datos del INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía), en México se recolectan diariamente 86 mil 343 toneladas de basura, es decir, 770 gramos por persona. Sólo se separa diariamente 11% de la basura recolectada; 46 de cada 100 hogares realizan esta labor. El 97% de las familias mexicanas utilizaban las bolsas de plástico –que ofrecían las tiendas de autoservicio– para los residuos que iban al basurero.
En este sentido, y a fin de evitar la propagación del virus y la disminución de contagios por COVID-19, la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac), hizo un llamado a las autoridades y medios de comunicación para informar a la población sobre la correcta disposición de residuos.
Riesgos sanitarios
Ante el COVID-19, de acuerdo con Carlos Álvarez Flores, especialista en Gestión de Residuos y Cambio Climático, el material desechable como pañuelos, servilletas y cubrebocas debe disponerse en una bolsa de plástico y no depositarlo directamente en los contenedores de residuos orgánicos, inorgánicos reciclables, o abandonarlo en el entorno.
Como refiere el consultor ambiental, la separación adecuada es crucial para mantener un control sanitario eficiente. Esta práctica –enfatiza–, se debe complementar con una leyenda que indique que la bolsa de plástico contiene residuos infecciosos.
“Vivimos una situación muy grave por el COVID-19 y hasta el momento no hay una campaña de gobierno que informe a la sociedad. Esperamos que pronto pongan atención en el tema”.
La correcta disposición de residuos en una emergencia sanitaria es vital para disminuir el riesgo de contagio.#COVID19 #elplasticoentuvida pic.twitter.com/ljfzLMhdhP
— ANIPAC (@ANIPAC_AC) March 27, 2020
Plástico, el aliado estratégico
Contrario a lo que muchos consideran, la contaminación por plásticos no es una consecuencia del material en sí mismo, sino por la falta de acopio, separación, reciclaje, reuso o valorización energética.
A decir de Carlos Álvarez, hoy los plásticos demuestran una vez más que son de gran ayuda y los desechables, muy señalados antes de la pandemia por COVID-19, destacan en México y en todo el mundo como aliados para disminuir los contagios y evitar la propagación del virus.
“Ahora más que nunca se debe reconocer la gran ayuda de la bolsa de plástico, y de otras aplicaciones desde el punto de vista sanitario. Contrario a las bolsas mal llamadas ‘ecológicas’, una posible fuente de infección y que se venden en los supermercados y tiendas de autoservicio”.
El secreto mejor guardado
Si bien las bolsas ecológicas son funcionales para transportar los productos que se compran, la acumulación de microorganismos en su interior representa un gran riesgo para el usuario.
“Lo que tendríamos que hacer y tampoco se ha hecho, ni nos lo han dicho, es lavar frecuentemente la bolsa. Pero se tiene que hacer cada vez que se usa y no cada mes, lo que genera un impacto tremendo en agua y en recursos naturales”.
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