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Los tuyos, los míos y… ¿los plásticos?: Estrategia para reducir residuos

Según estudios demográficos, para 2050 seremos 9 mil millones de personas en el planeta. Factores como el bienestar, la salud y una mejor calidad de vida, contribuyen al crecimiento poblacional.
En este sentido, ¿cuál es el reto más importante que tenemos como humanidad? Juan Carlos Camargo, subdirector de responsabilidad y sustentabilidad corporativa en Walmart de México y Centroamérica, asegura que, como humanidad, la respuesta es sobrevivir al éxito.
Si bien el sistema económico actual se basa en la extracción de materias primas que, posteriormente, se transforman en productos y luego se convierten en desechos, el reto es preservar esos recursos finitos para lograr que, en unos años, los habitantes del mundo puedan sostenerse.
De acuerdo con el directivo, utilizamos a diario materiales para diferentes actividades y ni la mitad de éstos se recupera. El escenario se complica tras la dependencia al petróleo y la dificultad de extracción. Ante este panorama, la idea es tener en la industria una economía regeneradora de los sistemas naturales.

No tendrá éxito quien pretenda erradicar el uso de polímeros

La economía circular es uno de los términos de moda. El concepto es inteligente, sensato, y tiene como principio un sistema que aprovecha los recursos de manera eficiente.
En una actividad de negocios, se basa en tres puntos claves: eliminar residuos y contaminación desde la concepción del producto; mantener los materiales en uso permanente; y regenerar los sistemas naturales, puesto que la naturaleza no cuenta con la capacidad de asimilar la cantidad de residuos sólidos.
Como enfatiza Juan Carlos Camargo, son importantes los ciclos biológicos y tecnológicos para poder planear las estrategias adecuadas y aprovechar mejor los materiales poliméricos. Al respecto, el especialista recomienda rediseñar los procesos para cumplir con la circularidad, es decir, envases y embalajes de más de un solo uso, elementos renovables que no tienen que ser, precisamente, de origen natural, sino productos reciclables.
Cabe destacar que la economía circular va desde la renta de equipos (duraderos, como línea blanca) hasta la ropa que la moda impulsa en el mercado. El streaming –desmaterialización de un sector económico–, es otro ejemplo.
Recientemente, Walmart firmó la Declaración Global sobre el Plástico. El tema es emplear el material de forma más eficiente. La compañía busca trabajar con proveedores, conocer a fondo los productos que exhibe en anaquel, así como las características de los envases disponibles.

El curioso caso de los Stand Up Pouches (SUPs)

El Polietileno flexible con el que se fabrican los SUPs está dentro del rango de lo sostenible, pero ¿cuánto del material se recicla? A decir de Juan Carlos Camargo, el reciclaje es bajo, debido a que, por las características flexibles del producto, se dificulta su recolección.
Contrario con lo que ocurre en el acopio de envases rígidos, los pepenadores deben esforzarse para reunir un kilogramo. Otro aspecto a considerar es el tema del procesamiento. Las bondades de los SUPs son extensas, sin embargo, el país no cuenta con infraestructura necesaria para aprovechar el material.
Para el reciclaje de los envases el cliente juega un papel importante. Las marcas deben trabajar junto con el consumidor para que estos últimos conozcan qué materiales se pueden reciclar y bajo qué condiciones son biodegradables.
En este aspecto, Juan Carlos Camargo responde, de manera puntual, preguntas que amplían el terreno del desarrollo sostenible y sus efectos en los ámbitos: social, político y económico.

¿Cuánto está dispuesto a pagar el consumidor por un producto que representa un menor impacto ambiental?

Aunque suene cruel, los clientes no están dispuestos a invertir un peso adicional por un producto que tenga cierto atributo a favor del medio ambiente. En teoría, lo que esperan es que nosotros hagamos la tarea, porque, desde su punto de vista, nos corresponde.
A nivel global podemos encontrar estudios de empresas muy prestigiosas que aseguran que el consumidor mexicano está dispuesto a pagar ese sobreprecio, pero es mentira. Los resultados son notorios cuando el usuario llega a caja y al corroborar los precios deja el producto.

¿En dónde pone la atención el cliente?

En sus seres queridos, específicamente. Que el dinero alcance para cubrir las necesidades básicas.
Sobre el marco legal en materia de sostenibilidad, ¿debe el sector productivo implementar nuevas prácticas antes de que el gobierno tome la iniciativa?
100% de acuerdo. De hecho, en investigación de mercado, la mayoría de la gente considera que son las empresas las que pueden resolver el problema. Esto no significa que tengamos enemistad con el gobierno. Nosotros nos manejamos en otros tiempos y las dinámicas son diferentes.
Como industria tenemos que avanzar. Sí el gobierno se suma, bien y, si no, debemos trazar el camino. La responsabilidad radica en contar con empresas eficientes y amigables con el medio ambiente.

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