Hoffmann Neopac, proveedor de envases con sede en Suiza, desarrolló un tubo para cosméticos y aplicaciones de cuidado personal que reduce el uso de material virgen en un 30%, todo esto sin sacrificar la protección, la estética o la háptica del producto.
Llamado Tubo Eco-Stripped, el envase presenta un grosor de pared de manga significativamente reducido más una reducción de material en el hombro y la tapa del tubo. La pared del manguito del tubo nuevo tiene un grosor de 0,35 mm frente a los 0,50 mm de un tubo convencional.
Según se explica en un comunicado, la manga Eco-Stripped puede estar hecha de monopolietileno (PE), PE/etilenvinil alcohol (PE/EVOH), con un 64 % de contenido reciclado posconsumo (PCR) o con contenido de base biológica. El hombro puede estar hecho de PE de alta densidad (HDPE) o HDPE reciclado (rHDPE), y la tapa abatible es de polipropileno (PP).
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Un hombro y una gorra de perfil más bajo caracterizan el nuevo diseño. Para el tamaño D50, el nuevo tubo se encuentra 9,4 mm más bajo y es 3,75 g más liviano que los diseños convencionales. Están disponibles diámetros de 30 mm, 40 mm y 50 mm, con volúmenes que van de 40 a 300 ml.
Beneficios ambientales
Cabe destacar que el nuevo tubo está actualmente disponible en los Estados Unidos, Europa y el Medio Oriente, y India/Asia lo seguirán pronto. La primera empresa en utilizar el tubo tiene su sede en Francia; el lanzamiento del producto de ese usuario es inminente.
Para los empaquetadores, el tubo aligerado ofrece beneficios ambientales y financieros. Neopac estima que en sus propias operaciones de fabricación, el nuevo tubo eliminará hasta 7,7 toneladas de HDPE y PP por cada millón de tubos producidos, lo que representa una reducción de la huella de carbono de más de 29 toneladas de dióxido de carbono.
La desarrolladora explicó que se pueden producir cuatro tubos Eco-Stripped con la cantidad de plástico que se necesita para producir tres tubos convencionales del mismo tamaño.
Además, la reducción de plástico en el nuevo tubo reduce los costos de envío y las tarifas de responsabilidad extendida del productor, también conocidas como impuestos al plástico.
“Es muy importante que la industria del embalaje muestre una acción real y un progreso hacia menos material, menos desperdicio y una mayor circularidad de los plásticos”, nos dice Cornelia Schmid, gerente de marketing de Neopac.
