A pesar de que son blanco de múltiples ataques, las películas de plástico no dejan de ganar popularidad en todo el mercado global, debido a la eficiencia favorable que ofrecen en costos, junto con su durabilidad, versatilidad y reciclabilidad que las han convertido en imprescindibles para muchas aplicaciones.
Con la omnipresencia de las redes sociales, es común encontrarse con bastante información errónea sobre el plástico, y particularmente los ataques injustificados en contra de las bolsas comerciales originaron la formulación improvisada de leyes prohibicionistas.
Ese fue el caso de la Ley del Uso de Bolsas de Plástico y Popotes en Establecimientos Comerciales que, a pesar de haber entrado en vigor el 1 de enero del 2020, se tuvo que aplazar la efectividad de las sanciones propuestas por las autoridades de la Ciudad de México hacia productores, vendedores y distribuidores, debido a la protección que las bolsas ofrecen para recolectar desechos infecciosos tanto en el hogar como a los recolectores de basura.
Es a través de ejemplos como este que nos damos cuenta que las películas plásticas para la producción de envases y embalajes, y para un sinfín de aplicaciones, incluida la producción de dispositivos y accesorios médicos, han sido y seguirán siendo estratégicas para el desarrollo, seguridad y protección del ser humano.
Ni qué decir del paso trascendental que, a la par, la industria está teniendo de una economía lineal a una circular, gracias a la Investigación y Desarrollo (I+D) constante de industriales y de los centros especializados en polímeros, los cuales, desde sus campos de acción, han podido desarrollar películas plásticas para manufacturar productos plásticos reciclables, biodegradables y compostables, demandados, hoy, por el consumidor, y por los gobiernos del mundo.
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Pese a la consigna social, y muy por encima de los ambientalistas, el abanico de películas plásticas con un enfoque ‘verde’ y disponibles ya en los distintos mercados, nos habla del desarrollo responsable que la Industria del Plástico está teniendo a nivel global.
Con aplicaciones diversas y procesos de transformación cada vez más sofisticados, sumados al uso de materias primas, resinas y aditivos de mejor desempeño, los fabricantes de artículos de plástico y dueños de marca están produciendo desde envases 100% reciclables hasta celdas fotovoltaicas de película delgada… y el límite es la imaginación.
Enseguida, repasaremos algunas de las características más importantes, así como los retos y las oportunidades de las Películas Plásticas, las imprescindibles.
Mercado global de películas plásticas
De acuerdo con distintas fuentes de información, calculamos que el tamaño del mercado global de películas en 2021 fue de alrededor de 60 millones de toneladas, lo que representa el 15% del consumo mundial de plásticos. Se espera que la creciente demanda de industrias como la de envasado de alimentos, farmacéutica y agrícola, aunada a la persistente búsqueda de películas ecológicas, serán los detonantes que contribuyan al crecimiento de este mercado.
El envase representa el segmento con el mayor consumo global de películas, equivalente al 44% del mercado, con alrededor de 26 millones de toneladas y se augura que el crecimiento se mantenga entre 5 y 6% durante los próximos cinco años, aunque en algunos casos hay empresas convertidoras de películas que reportan cifras de dos dígitos, principalmente aquellas que producen aplicaciones como envases de alta barrera de alimentos, productos farmacéuticos y médicos.
No es de sorprender que la creciente demanda interna de alimentos y bebidas envasados en las economías emergentes de Asia-Pacífico tendrán un impacto positivo en el crecimiento de películas plásticas, aunado al crecimiento de la población, el aumento de sus ingresos y de la urbanización en los países de Medio Oriente, especialmente en Arabia Saudita.
Los actores clave que se dedican a invertir en el desarrollo de nuevas tecnologías, junto con la innovación que ofrecen los productores de materias primas, permiten lograr estructuras de películas altamente eficientes en todos los aspectos, ya sea económicos, de funcionalidad y, al mismo tiempo, bajar calibres, consumir menos energía en la producción, con lo que se logra la fabricación de productos cada vez más sustentables, reciclables y que generan una mínima huella de carbono.
Los Polietilenos Lineales (LLDPE) en combinación con el Polietileno de Baja Densidad dominan (LDPE) con el 52% el mercado de películas tanto de envases como agrícola e industrial.
Las propiedades de este tipo de películas incluyen flexibilidad, mayor resistencia a la tracción, fácil manejo, mayor resistencia a la perforación y al impacto, así como alta claridad y resultan ser de las películas menos costosas, lo que actúa como un importante atributo para impulsar el crecimiento a su demanda en el mercado global.
Las aplicaciones comunes de las películas y láminas de plástico abarcan el envasado de alimentos, el embalaje textil y otras aplicaciones especiales como geomembranas, invernaderos y acolchados para agricultura.
Las películas de Polietileno de Alta Densidad (HDPE) aportan otro 20% del mercado global de películas y se utilizan principalmente en las típicas bolsas del super, las cuales, aunque se han prohibido en muchas partes del mundo, siguen siendo ampliamente utilizadas.
El tercer lugar de impacto en el mercado (12%) lo ocupan las películas BOPP (Polipropileno Biorientado), las cuales seguirán creciendo debido a sus numerosas cualidades como elevada tenacidad y brillo.
Además de su principal uso en envase de alimentos como botanas, galletas y productos secos, estas películas también son requeridas en industrias que incluyen electricidad y electrónica, así como en especialidades gráficas e industriales.
Existen todavía en el mercado películas de PVC, principalmente, para uso doméstico, así como de plásticos especiales como las Poliamidas (PA), Polietilén Tereftalato (PET), asimismo se suman al mercado los plásticos de barrera que se utilizan para envases tipo pouch (retortables) y películas agrícolas.
En general, podemos decir que las películas están presentes en alrededor del 80% en el mercado de envase y embalaje de alimentos, bienes de consumo, medicinas, seguido del uso agrícola, que muestran un importante crecimiento por los beneficios que aportan a los cultivos. También están presentes en el sector de la construcción, automotriz y especialidades eléctricas y electrónicas.
Desde el punto de vista regional, Asia-Pacífico domina el mercado con el 38% de participación global. El aumento de la población y la mejora de los niveles de vida, principalmente en India, China, Taiwán y Corea del Sur, han estimulado la demanda en esta zona.
Las economías en crecimiento, la rápida urbanización, el desarrollo de la industria manufacturera y el aumento de las actividades de infraestructura, están apoyando el crecimiento de la demanda en la región de Asia-Pacífico. La base manufacturera bien establecida en China, Taiwán, India, Japón y Corea del Sur proporcionará un mayor impulso para el crecimiento.
En relación a los procesos de transformación, la extrusión de película soplada domina el mercado global de películas de plástico especialmente dentro del segmento de envases. Los procesos de extrusión de película plana se utilizan para el BOPP y el Polietilén Tereftalato, cuyo crecimiento se estima del 7% para los siguientes cinco años.
La preferencia de los consumidores hacia lo ‘verde’ es una tendencia que llegó para quedarse y se espera que impulse el crecimiento del mercado global de películas plásticas modificadas con aditivos que promuevan su compostabilidad o degradabilidad, a pesar de que esta alternativa no es adecuada para la reciclabilidad.
Estudios recientes señalan que el uso de tecnologías de eficiencia energética y la creciente demanda de películas para acolchados sostenibles y biodegradables son algunos de los factores que crearán nuevas oportunidades para los jugadores en el mercado mundial de películas plásticas.
