En los últimos tres años, la compañía Gemalto, líder mundial en la producción de tarjetas y seguridad digital, ha trabajado en la producción de tarjetas de crédito a partir de un polímero biodegradable: el ácido poliláctico, el cual se obtiene de recursos como el maíz.
Los creadores de esta innovación señalan que tienen todas las prestaciones de una tarjeta de plástico común y que no hay peligro de que se degraden dentro de la cartera, ya que es un proceso que comienza una vez que son desechadas. Además, su periodo de vida es igual al de los PVC, que va de tres a cuatro años.
México es la primera nación de América Latina en la que se prueban estos productos ofrecidos a los clientes de CI Banco, aunque su costo es más elevado que una tarjeta de crédito común.
