Como muchos fabricantes de robots móviles industriales mencionan, el gran cambio que hizo a este tipo de robots tan populares es el surgimiento del robot móvil autónomo (AMR). El tipo más antiguo de vehículos móviles industriales, los vehículos guiados automatizados (AGV), tienen una funcionalidad mucho más limitada, hasta el punto de que algunos fabricantes no los consideran robots en absoluto.
Un AGV corre entre dos puntos a través de una ruta definida por un cable o una tira incrustada en el piso. Si algo bloquea su camino, tiene que detenerse y esperar a que ese objeto se despeje. Con un AMR, no se necesita ninguna modificación de la infraestructura. Uno mismo lo configura para que reconozca cómo las instalaciones se ven en 2D. Usando LiDAR, los láseres construyen un mapa de los pasillos y zonas de trabajo. Luego, se le enseña las diferentes ubicaciones en las que debe estar en distintos momentos.
El último paso es crear una misión, un programa que le indique que vaya entre un punto y otro. Empleando los mapas que ha desarrollado, el planificador del sistema del robot descubre la mejor manera de viajar entre esos puntos. Cuando algo bloquea su camino, el AMR calcula la mejor manera de evitarlo.
Las principales diferencias entre los dos tipos de robots:
AMR | AGV |
Navegación autónoma sin guías o rieles | Requiere «rieles», es decir, líneas magnéticas en el piso o cables |
Navega con seguridad alrededor de personas y obstáculos | Se detiene ante cualquier obstáculo sin posibilidad de cambiar de ruta |
Área de trabajo fácil de expandir / cambiar | Caro y lento para ampliar / cambiar el área de trabajo |
Navega dinámicamente usando un mapa, lo que le permite planificar su propia ruta | Restringido a rutas fijas |
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