Científicos australianos del Centro ARC de Excelencia para la Ciencia de Electromateriales de la Universidad de Wollongong, en Australia, recientemente desarrollaron un sistema de impresión en 4D, con piezas impresas en 3D que cambian de forma como consecuencia de la temperatura del agua o del calor. En esta ocasión, lo que se creó fue una válvula médica que se acciona o se apaga en respuesta a la temperatura del agua circundante.
Las capacidades de la impresión 3D ya están infiltradas en la industria y los hogares, pero ahora se busca que estos objetos también puedan transformarse, bajo la influencia de estímulos externos. Esta innovadora idea promete avances en multitud de campos: la medicina, la construcción, la automatización y la robótica, entre otros.
